Calada, de momento

viernes, 25 de abril de 2008

Desde hace unos tres años atrás no he dejado de sorprenderme ante una situación cada vez mas llamativa y acuciante en nuestro entorno: el incremento de mujeres fumadoras con respecto al detrimento del de hombres. Y no es de extrañar que en un grupo donde la mayoría sean hombres (no fumadores) todas (o casi todas) las mujeres presentes acompañen el ambiente con una humareda que me hace cuestionar si no será la necesidad de marcar alguna "diferencia" ante la compañía del género masculino.



¿Por qué fuman las mujeres? es una cuestión que me indigna cada vez que me paro ante un semáforo en rojo y observo como las viandantes de todas las edades y de toda situación socio-económica cruzan el paso de peatones con ese gesto absurdo, una posición snob de la mano que me recuerda a la ingenuidad de pulgarcito señalizando su camino, sutituyendo, en este caso, migas de pan por más de 4000 sustancias químicas en el aire. ¡Y ni que decir de cuando nos referimos al aire viciado, contraido, apelmazado, axfisiante... de un bar!


Pero además, es en este desatino de causas...



"No podemos dejar de citar la presión de la publicidad, que ha jugado un papel decisivo para el inicio y mantenimiento de este hábito en las mujeres. Primeramente se explotó la idea de la equiparación con el hombre, después el miedo a engordar si se dejaba de fumar. La modificación sufrida por el rol de la mujer en la sociedad es también determinante en el mantenimiento del hábito. Su incorporación al mundo laboral asumiendo, a la vez, la mayoría de las tareas domésticas genera en las mujeres un exceso de presión y estrés: la imagen del cigarrillo relajante después de una jornada agotadora ha sido también explotada por las tabaqueras. El concepto de lo light, asimismo, ha sido utilizado hasta la saciedad por las tabacaleras. El consumo de cigarrillos light es elevado entre las mujeres bajo la creencia de que no dañan a la salud tanto como los normales y de que son menos perjudiciales, por lo que parece menos necesario dejar de fumarlos. Estas ideas equivocadas han contribuido a fidelizar su consumo y a obstaculizar el abandono del tabaco."



... donde yo siempre reclamo mi buzón de sugerencias:



"Por favor mujeres, hay más que motivos suficientes para no fumar, ante todo siendo inteligente, y una condición sinequanon para dejarlo, la fuerza de voluntad"

Sin momentos

lunes, 21 de abril de 2008

Una agonía silenciada, por toda fuerza de vida que ella misma les arrebataba...
En esta ocasión no son "obras de arte" -son piezas de desgüace- las que componen un abrazo, un plano que desenfoque al deseo, un pensamiento reflexivo a destiempo...
Consuela ya sólo es verbo en tiempo presente para él, y para Valme ni siquiera el consuelo en tiempo pasado existió. Porque en cada momento sin momentos no hubo, ni hay, ni habrá... ni tiempo, ni verbo, ni nombre...
Shhhhh... ahora a descansar.